Jacques Gerin, piloto del ejército francés durante la Primera Guerra Mundial, más tarde dedicó su talento al diseño de dos coches innovadores. El primero estaba propulsado por una hélice, mientras que el segundo, llamado "Aerodyne", presentaba un motor central y numerosas características únicas. Este diseño de 1922 se erige como una obra maestra de innovación e ingeniería avanzada, y cuenta con una estructura espacial aerodinámica, de aluminio, exoesquelética, motor central y suspensión independiente en las 4 ruedas.
La carrocería, elaborada a partir de piezas de madera laminadas entre aluminio fundido, forma un marco espacial que elimina la necesidad de un chasis tradicional. A pesar de que nunca se completó en su forma original, nuestros expertos artesanos están recreando la carrocería en nuestro taller, respetando los dibujos y la patente originales de Jacques Gerin. Puedes seguir el avance de la restauración en detalle a través de nuestro blog.
Para construir la carrocería, se moldean meticulosamente láminas de aluminio para seguir el contorno del marco. Este coche visionario fue patentado a principios de los años veinte, y Ratier (ahora Ratier Figeac) emprendió la fabricación del prototipo en un suburbio de París en 1925 y 1926.
El Aerodyne es un automóvil de motor central, con un motor de válvulas en cabeza de 2 litros colocado delante del eje trasero. El motor, una maravilla de la ingeniería moderna para su época, incorpora resortes de válvulas tronconicas para suprimir las vibraciones, mientras que los balancines engrasados giran sobre cojinetes de bolas. En particular, no hay aceite en la parte superior del motor, lo que demuestra el compromiso de Gerin con el diseño innovador.
El sistema de transmisión es igualmente único y utiliza engranajes en forma de V para una sincronización precisa. El sistema de encendido dual, compuesto por un magneto y una bobina/distribuidor, garantiza un rendimiento óptimo. La suspensión independiente en las cuatro ruedas está controlada por amortiguadores hidráulicos horizontales que operan a través de brazos articulados, lo que proporciona una conducción suave y receptiva.
Los frenos hidráulicos con cuatro zapatas, que aplican presión directamente en el interior de la rueda delantera, garantizan una potencia de frenado eficaz. La dirección se logra mediante piñón y cremallera, con una altura del volante ajustable para una comodidad personalizada. El sistema de transmisión, con ejes de transmisión traseros y frenos internos, utiliza un engranaje de pequeño diámetro para accionar directamente el engranaje principal de la rueda. La geometría de la suspensión trasera permite la oscilación de la rueda alrededor del engranaje del eje de salida del diferencial, completando la innovación integral incorporada en el Gerin Aerodyne.
Conviértase en miembro logrado para obtener acceso exclusivo a fotografías, videos y documentos históricos sobre la colección de automóviles del museo.