El Hanomag Kommissbrot de 1925, apodado cariñosamente por una barra de pan militar, es un testimonio de innovación y resiliencia. Concebido por dos jóvenes ingenieros sin experiencia previa en automoción, el prototipo y los dibujos llegaron a Hanomag, una destacada empresa alemana especializada en locomotoras y grandes motores. De esta colaboración nació el Kommissbrot, con 16.000 unidades que representan una parte importante de la producción de automóviles de Hanomag antes de la guerra.
Hanomag, inicialmente un fabricante de tractores, máquinas de vapor, camiones y maquinaria forestal, se aventuró en el mercado del automóvil en la década de 1920 con un gran enfoque en crear un vehículo ligero y económico. El motor monocilíndrico de 10 CV y 503 cc colocado en la parte trasera tenía como objetivo maximizar el espacio para las piernas, mientras que decisiones de diseño inteligentes, como omitir aletas y estribos separados, redujeron el ancho y el peso del automóvil. El resultado fue el Hanomag 2/10, un vehículo pionero que marcó la llegada del concepto de "coche del pueblo", con un diseño de motor trasero.
La producción comenzó en la primavera de 1925, con la introducción de un motor monocilíndrico refrigerado por líquido que consumía apenas 5 litros cada 100 km e impulsaba el coche de 370 kilogramos a una velocidad máxima de 64 km/h. En particular, la caja de cambios carecía de diferencial o sincronizadores y el coche funcionaba sin batería. Un exclusivo "arranque torcido" entre los asientos delanteros activaba el motor, enfatizando la simplicidad y la eficiencia.
Con un precio de 2.300 Reichsmarks, el Kommissbrot pretendía atender a un público amplio, permitiendo a un trabajador cualificado o a un médico ganar la suma en sólo tres o cuatro meses. A pesar de su tamaño compacto, capaz de albergar sólo a dos personas, y de su asociación inicial con las raciones de los soldados, el Kommissbrot causó un impacto. Las furgonetas de reparto y el Korbwagen, un monoplaza con carrocería de ratán, diversificaron la gama, mostrando el compromiso de Hanomag de adaptarse a las preferencias cambiantes.
A pesar de la popularidad inicial del automóvil, los cambios en el panorama económico de Alemania provocaron un cambio en las preferencias de los consumidores.
A medida que mejoró la prosperidad, los alemanes se alejaron del Kommissbrot y Hannoverische Maschinenbau cambió su enfoque hacia automóviles más caros y convencionales en 1928. El Kommissbrot, con su legado único, se convirtió en un símbolo de una era pasada, representando un capítulo extraordinario en el viaje de Hanomag: un Historia de simplicidad, adaptación y la búsqueda de una movilidad asequible en tiempos difíciles.
Conviértase en miembro logrado para obtener acceso exclusivo a fotografías, videos y documentos históricos sobre la colección de automóviles del museo.