El Cord 812 de 1937 es la obra maestra de Gordon Buehrig, un símbolo perdurable de brillantez, belleza y creatividad en el diseño automotriz. Como parte de la familia Auburn-Cord-Duesenberg, este vehículo icónico es una verdadera declaración de sofisticación e innovación.
En 1937, el Cord 812 estaba disponible con un sobrealimentador opcional, lo que lo diferenciaba de muchos otros vehículos de su época. Este modelo sobrealimentado se distingue por su placa cromada brillante y sus tubos de escape externos montados a cada lado del capó. La potente configuración del motor proporcionó al Cord 812 una impresionante potencia nominal de entre 186 y 195 a 4200 rpm, lo que lo convirtió en uno de los coches más potentes de su época.
El diseño del 812 sigue siendo uno de los más distintivos del siglo XX. La ventana trasera dividida le da al automóvil una forma interesante, complementada por un baúl trasero que ofrece espacio de almacenamiento adicional. Una característica notable son los faros retráctiles en los guardabarros delanteros, que añaden un toque de elegancia al diseño general.
El Cord 812 también es un coche con tracción delantera. La transmisión está situada delante del motor, similar al diseño del Citroën Traction Avant, una configuración avanzada para la época. Este diseño contribuyó a un mejor manejo y estabilidad, diferenciando al Cord 812 de muchos de sus contemporáneos.
Presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York de 1935, el diseño innovador del Cord 812 dejó a los espectadores asombrados, y algunos incluso se pararon encima de otros autos para echar un vistazo a esta maravilla automotriz. La avalancha de solicitudes de ventas que siguieron a su debut condujo a una producción rápida, y el modelo del año 1937 resolvió problemas menores y, por lo tanto, se consideró el año elegido.
El Cord 812 de 1937 cuenta con un motor Flathead Lycoming V8 sobrealimentado y con intercooler, que desataba una potencia nominal conservadora de 186 caballos de fuerza a 4200 rpm. El exterior está adornado con un cromado brillante y tubos de escape externos montados a cada lado del capó, creando un espectáculo visual que anuncia su presencia como ningún otro.
Entre los más raros y deseables se encuentran los modelos sobrealimentados con tubos de escape exteriores, que solidifican su estatus como algunos de los autos de antes de la guerra más rápidos y manejables. El Cord 812 trasciende su época y ofrece una experiencia de conducción, manejo y atractivo estético que continúan cautivando a los entusiastas del automóvil.
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