En 1932, Tatra diseñó un prototipo de automóvil con motor trasero, colocándolo en la misma liga que el Volkswagen. Este enfoque innovador llevó a la producción del Tatra 77 en 1934, un coche de gran tamaño con un motor trasero V8. Se fabricaron unos cientos de Tatra 77 antes de la introducción del T87, que también tenía un motor V8 pero tenía un diseño más moderno. El T87 reemplazó la carrocería de madera y acero por una construcción unibody, lo que hizo que el automóvil fuera más liviano y mejoró la distribución del peso entre los ejes delantero y trasero gracias al motor de aluminio.
En 1936, Tatra se embarcó en otro proyecto, cuyo resultado fue el T97. Este coche más pequeño siguió la misma tecnología avanzada que el T87. La fabricación del T97 comenzó en 1938, pero la producción se detuvo abruptamente cuando Checoslovaquia fue invadida por Alemania el 15 de marzo de 1939. Hitler ordenó el cese de la producción del T97 porque era demasiado similar al Volkswagen, que estaba previsto que se lanzara en Alemania ese mismo año. mismo año.
El Tatra 97 presentaba un diseño aerodinámico y aerodinámico que era rentable pero lujoso. Su motor montado en la parte trasera y su construcción unibody fueron innovaciones que lo diferenciaron de otros vehículos de su época. A pesar de su diseño avanzado y su comienzo prometedor, sólo se fabricaron 510 Tatra 97, lo que lo convierte en un automóvil muy raro en la actualidad.
El Tatra 97 sigue siendo un ejemplo significativo de la ingeniería automotriz temprana, y muestra la visión de Hans Ledwinka de combinar lujo con eficiencia aerodinámica. La rareza y el significado histórico del automóvil lo convierten en una posesión preciada tanto para los coleccionistas como para los entusiastas del automóvil.
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